Esta antigua vía de tren elevada se construyó en los años 30 para evitar accidentes con los tranvías en el distrito industrial, fue abandonada en los años 80.
A finales de los 90 comenzó un movimiento para recuperar el espacio como zona verde para la ciudad.
En el año 2009 se inaugura gracias a los donativos de empresas y ciudadanos que forman la asociación si animo de lucro “Friends of the High Line”. Aunque el apoyo institucional es vital para la operación y el mantenimiento de esta nueva atracción turística.
El equipo de diseño de arquitectos paisajistas James Corner con los arquitectos Diller Scofidio + Renfro, han creado un espacio verde lineal que enriquece y revaloriza el entorno, donde se combinan: plantas silvestres, raíles, zonas peatonales áreas de descanso y obras de arte.
El proyecto ha tenido tanto éxito que se prevé continué con la recuperación de la línea.
El paseo es agradable aunque muy corto y está sembrado de tumbonas de madera, para dos y para grupos bien avenidos.
Si es un día soleado no te hagas ilusiones, nunca queda un hueco libre en las tumbonas. Para completar el día una estupenda opción es visitar el cercano y exquisito mercado de Chelsea.
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